*La banda integrada por Laly, El Negro, Neco y Hugo, lograron una sabrosa fusión de salsa, rock, trova y hasta cumbia; su constante búsqueda de ritmos únicos los llevaron a ser teloneros de Café Tacvba, El Tri, Caifanes, La Cuca, Santa Sabina
Guadalupe Bravo
Puebla, Pue.- Cover tras cover el ritmo fluye en el aire haciendo que el cuerpo se sienta liviano; la fusión entre salsa, rock, trova y hasta cumbia que surge de los instrumentos y voces de cuatro virtuosos pone a bailar a cualquiera.
La voz “raspocita” y rica de Laly inunda “El Templo del Rock”. Es como si uno deseara que te hablara al oído un viernes por la noche entre la oscuridad, el licor y una canción, en una de esas noches donde el cuerpo resiste las oleadas de alcohol.
“El Negro”, “Neco”, Laly y Hugo, los integrantes de “Yo Mulata”, que le deben el nombre a su origen y a la tercera raíz mexicana, tienen el tacto y la experiencia para descifrar al público que los ovaciona y que sufre cuando se toman una pausa. Saben leer a la concurrencia, conocen su estado ánimo, sus dolencias y sus alegrías.
La originalidad de Yo Mulata, su rock pop fusión, su trabajo y su constante búsqueda de ritmos únicos, los ubica en un lugar estelar no sólo en la tarima del bar del Centro Histórico de la ciudad de Puebla, sino también en el corazón, la memoria y el gusto de decenas de poblanos.
Laly o la “Negra”, como la conocen sus amigos, es parte de la agrupación musical. Aunque la banda ha tenido tantos nombres que a veces le resulta difícil recordarlos a su hermano Víctor “El Negro”, quien desde hace 35 años toca y canta codo a codo con ella y con Erik “Neco”, su otro hermano. Cada uno tiene sus proyectos y han conocido la vida como gitanos en solitario, pero la sangre y el talento los une cada cierto tiempo.
Los tres nacieron en Cosamaloapan, Veracruz en el seno de una familia que comía, dormía y respiraba música gracias a su padre: les heredó el gusto y el talento por la música que los convirtió en teloneros de Café Tacvba, El Tri, Caifanes, La Cuca, Santa Sabina y otras bandas que tomaron importancia en la década de los noventa.
Con ello y con semanas de práctica, promoción y trabajo se ganaron las mieles del éxito, pues gracias a su larga trayectoria han recorrido desde Chihuahua hasta el sur de México. Pero como dice el refrán “Uno siempre vuelve a donde fue feliz”, los hermanos y Hugo, quien se unió al grupo en 2017 para reforzar el talento, constantemente vuelven a Gooblins “El Templo del Rock” en Puebla.
Tanta es su conexión con el público que los espectadores se entregan a ellos en cada tema. Los puedes ver corear, reír y hasta soltar una que otra lágrima cuando cierran los ojos al recordar a ese amor que los dejó marcados.
Y aunque, generalmente tocan covers, también tienen sus propios temas, tales como “El fin de la luna” y “¿Cómo le digo?”, escritas por Víctor, quien tiene los ingredientes literarios para darles sazón.
Laly no sólo abre espacio en la escena musical, sino también para hablar y revela que “Esa canción soy yo” acerca de “El fin de la luna”, iluminada por el efecto que le provoca la emoción al charlar del tema que describe su esencia.
“Esa canción es energía, es decir aquí estoy presente, aquí vivo y esta es mi personalidad. No puedes pasar por la vida sin dejar huella”, comenta bajo las luces de la barra del bar.
Por ello, los “Yo Mulata” tienen como objetivo disfrutar, compartir y divertirse a través de su talento y su esencia en el escenario, siempre destacando la originalidad de su trabajo y su constante búsqueda de ritmos únicos que hagan que la gente los recuerde a pesar del tiempo, pues como dice Hugo: “Yo no podría vivir sin cantar”.